lunes, 12 de enero de 2015

Experiencia Spot Renault Zoe Madrid

Mañana soleada en Madrid. El interior de un Vips amanece diferente. Los clientes preguntan qué sucede. Hay biombos para cambiarse, un set de peluquería y maquillaje provisional y un perchero de guardarropía plegable repleto. Algunas personas se prueban ropa sin cesar, Dos niñas desayunan con su mamá mientras alguien que comparte una tostada, les cuenta cosas que les hacen reir. El director es joven y parece feliz con lo que hace.


 En un rato todo estará a punto. La sorpresa se produce al ver que la mayoría de las caras son conocidas del casting previo al rodaje.

Llaman a escena. Saludos y presentaciones. Los directivos de Renault y compañía están a pie de rodaje y van a supervisar lo que suceda por monitores. Una mujer me abre la puerta de conductor del vehículo eléctrico Renault Zoe y me pregunta sonriente: - ¿Sabes conducir, verdad?. Pues este coche es igual que un coche normal y corriente pero con 4 marchas: adelante, neutro, atrás y aparcar. No necesitas saber más.


Simultáneamente, observo como montan dos personas al coche. La actríz Patricia Plaza en el asiento de acompañante y una de las niñas que estaban desayunando con su mamá en el asiento de atrás. Esto me desconcentra tanto, que no escucho la información que se me trata de transmitir. Estoy asimilando que tengo que conducir un coche eléctrico por primera vez (cosa que no me habían dicho) y que conmigo viajarán 2 personas, una de ellas menor de edad.

- Por cierto, pulsa freno y el botón de encendido para arrancar. ¿Lo has entendido todo verdad?.

La mujer sonriente me pide que repita lo que acaba de decir, pero estoy tratando de asimilar procesos internos. Pacientemente me explica por segunda vez el funcionamiento. Me siento un tanto estúpido. Trato de prescindir de todo menos de mis oídos, tengo que concentrarme.


Activo el vehículo y tengo la sensación de que no ha arrancado. Es extremadamente silencioso. Solicitan que realice una prueba práctica de arranque, avance, parada, retroceso y aparcado. La mujer me mira, sonríe nuevamente y me dice: - Pues ya estás preparado.

- Iván, ¿me escuchas?. Soy el director. ¿Me oís bien los tres?.

Han colocado un walkie con altavoz en el auto. Así nos comunicamos con el director y él con nosotros. Mientras habla, veo al menos dos cámaras en el interior del coche.

- Vé saliendo que comenzamos a grabar. Yo te indico por donde tienes que ir.


Durante los dos primeros minutos de conducción, reconozco que se me subió la tostada a la cabeza y luego me bajó a los pies entre tantas indicaciones interpretativas y de conducción, pero debo reconocer que pasado el momento de tensión, todo fue "sobre ruedas" (ahahaaaa que gracia, si es que me salen solos).

Hubo tiempo para reir, repetir, conducir, disfrutar, compartir y sobre todo intensificar el tiempo con motivo de la cantidad de estímulos sensoriales diversos que recibía constantemente. Y os confesaré que por todo esto me gusta ser actor. Tratad de imaginar como os sentiríais si os ponen en una situación similar. Todo lo que eres al servicio del ahora fluyendo radiantemente.


ESTO ES ACTUAR, QUIEN LO PROBÓ, LO SABE.


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