En 2014, un comando compuesto por tres de los más planicefálicos hombres del Ejército de Liberación de Turno, fueron encarcelados por un delito de allanamiento de morada que ni ellos mismos recuerdan haber cometido. No tardaron en echarles a patadas de la prisión en la que se encontraban recluidos. Hoy, repudiados por el gobierno, sobreviven como colgados sin fortuna. Si usted no tiene bastante con sus problemas y se los encuentra, quizá tenga que aguantarlos.
EJÉRCITO DE LIBERACIÓN DE TURNO - ELT. LERDO'S RISING.
Sábado 25 de Enero de 2014. Chalet de Madrid, Metro Pinar del Rey. Interior. Día.
Se inicia con gran expectación por parte de todos los implicados, un rodaje de fin de semana con 6 actores:
El cortometraje está dirigido por Jose Canut, director experimentado con una gran capacidad para generar una atmósfera óptima de rodaje y sacar el trabajo adelante de manera fluída y natural. Con su labor, demuestra un dominio de la situación en todo momento que inspira confianza. Jose Canut afirma como Berlanga que: "...el rodaje tiene que ser una orgía de NATURALIDAD Y BRUTALIDAD". Estos son los dos pilares de la historia: necios que hacen las mayores bestialidades con total naturalidad.
El cortometraje inspira cierta semejanza a Funny Games de M. Haneke en su argumento y actualmente se encuentra en fase de edición. El resultado final promete acción, diversión, patetismo y violencia en una endiablada mezcla que recuerda a los tiempos actuales por los que está pasando el país y que seguro dará mucho que hablar.
Todo comienza con una intrusión en la vida de una familia haciendo uso de una violencia relativamente educada, hasta que un resorte emocional provoca la eclosión de una violencia salvaje y desmesurada.
La producción estuvo a cargo de Mónica Mateo, experimentada en proyectos audiovisuales potentes, la cuál ejerció una labor impecable de liderazgo invisible.
El maquillaje y caracterización lo realizó Victor Javier Bernardos Alvarez con un gusto exquisito y apasionada dedicación.
Detrás de las cámaras, en pleno "Houston, tenemos unos cuantos problemas técnicos", estuvieron afrontando junto a Jose Canut la agotadora labor de resolución de conflictos:
Movilización constante de emplazamiento de focos, lámparas que se rompían, intentos de saltos de raccord, tostadoras que salían volando por los aires, armas que destrozan cosas y posturas imposibles de mantener más de un minuto sin tener que visitar al osteópata al día siguiente: todo a cambio del logro de la toma perfecta.
El apoyo constante de Manuel Botella Garnería también resultó concluyente en momentos decisivos para poder avanzar el plan de rodaje.
Y guardando lo mejor para el final, el trabajo más admirable sin duda fue el de Andrea López y Nerea Rodríguez, esta última ostentando todo el peso drámatico de la historia, con una interpretación hiperrealista por la muerte de su hija, que le supuso el derramamiento de muchas lágrimas y la consecuente carga emocional. Algo que le supuso un gran esfuerzo y que a la vez demuestra su enorme fuerza escénica.
La gran pequeña Andrea López, puso sin duda la nota más traviesa e imprevisible al corto. Su interpretación llena de frescura y naturalidad, bajo la atenta mirada de su mamá, Noelia López, fue sincera y directa, lo que la sitúa, no como joven promesa, sino como una niña prodigio ante las cámaras y una niña traviesilla detrás de ellas.
Ya estamos todos/as deseando ver el resultado y juntarnos nuevamente para celebrarlo, ¿y por qué no? volver a rodar y rodar, pues que sería de nuestras vidas sin rodar...
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