Samhain, Año Nuevo Celta, Víspera de Todos los Santos, Halloween... seas pagano, cristiano, yanki o nada de lo mencionado, todos los años hay una celebración que indiscutiblemente se lleva a cabo. Y donde quiera que esto suceda, allí están las leyendas, los mitos, las historias, para recordarnos la gran casualidad de la vida y su relación con la muerte.
Este año tuve la oportunidad de compartir historias con Rufino U. Sánchez en la Biblioteca Pública Municipal de Laguna de Duero, a la que como cada año, acude el enterrador de historias para recordar a los asistentes que las bibliotecas son cementerios de libros que los niños ya no leen, y las estanterías, tumbas en las que las historias descansan. Esperando que alguien se acuerde de ellas.
Cuando nadie lee los libros que hay en la biblioteca, el enterrador de historias se encarga de dar sepultura a los cuentos. Solamente una noche al año y de forma excepcional, se pueden resucitar esos cuentos y darlos a conocer al público, pero sucede que los personajes cobran vida. Es el caso de "El campesino y el diablo" de los hermanos Grimm, "El gigante egoísta"de Oscar Wilde, o relatos tradicionales fusionados como Juan sin Miedo y la Muerte Madrina.
El Campesino y el Diablo
El Gigante Egoísta
Juan sin Miedo y la Muerte Madrina
Todas estas historias acuden a la biblioteca una vez al año para recordar Valores Universales que siempre acompañaron al Ser Humano y sin embargo necesitan ser recordados con cada nueva generación, aunque esté claro como escribió el poeta que ...todo pasa y todo queda, lo nuestro es pasar.
Estos son algunos fragmentos de vídeo en directo de las actuaciones que se llevaron a cabo:
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